Alergia al condon de látex

Alergia al condon de látex

La alergia al látex no es un problema grave, pero requiere de indicación médica para prevenir sus complicaciones, porque puede que se manifieste como crónica en el futuro.

La intolerancia al condón puede estar motivada por una alergia propiamente tal (al látex del preservativo) o por una reacción alérgica a la sustancia que tiene como lubricante, la que se compone de alcohol (nonoxynol 9).

Es importante que la pareja tenga claro el origen de ese rechazo. Puede que una mujer padezca de una irritación o infección vaginal. Ejemplo de ellas son: la tricomoniasis u hongos; herpes genital o una bulbo vaginitis en la superficie de la mucosa vaginal.

Esos casos pueden ocasionar una irritación por la inflamación previa que la mujer tiene, sin constituir una alergia propiamente tal.

En el caso del hombre, es susceptible que exista una uretritis o una inflamación de la mucosa en la cabeza del pene, que se ocasionaría por una infección o por falta de aseo.

Así, cuando se coloca en contacto con el condón, por efecto del látex o la sustancia alcohólica, genera irritación.

Aunque la sustancia está en el lado de afuera, muchas veces hay contacto por la fricción o por los movimientos cuando el hombre se lo está colocando.
SÍNTOMAS

Si la mujer tiene una infección previa, va a perder líquido, lo que se denomina leucorrea, o simplemente va a tener molestias antes de que se produzca el coito.

Es decir, ha tenido irritaciones bastante previas a la introducción del pene en la vagina o, también, le sirve de parámetro un líquido que elimina y que mancha su ropa interior, pudiendo ser de distinto color y diferente olor.

En el caso más corriente, que tenga micosis u hongos, pierde un líquido de color blanco o leucorrea del tipo leche cortada o similar a un yogurt, que deja una mancha en forma de circunferencia en la ropa interior.

Esa es la evidencia más clara para darse cuenta de que se trataría de esos síntomas, lo que -evidentemente- no hace recomendable el uso del condón, hasta no solucionar ese problema. Habría, además, que suspender el contacto sexual.

Si esa mujer tiene relaciones sexuales, con o sin condón, le ocasionará gran irritación, debido al componente nonoxynol 9.

Esa enfermedad tiene varias probabilidades de ser crónica, si es que no se logra realizar un tratamiento con todas las indicaciones que corresponden.

Cuando se trata de hongos o herpes, es probable que la duración de la afección sea más corta.

La mayoría de los tratamientos son relativamente cortos y no revisten de mayor complejidad en la mayoría de los casos. Todo está en tener la iniciativa de someterse a la supervisión de un especialista.

Es importante e imperativo chequearse, porque si se continúa con relaciones sexuales y después se toma la decisión de no utilizar preservativo, por la molestia que provoca, se va a exponer a terceros a que se contagien alguna infección y, por cierto, la mujer se arriesga a que se le genere una infección vaginal crónica, convirtiéndose finalmente en una infección de transmisión sexual crónica.

El tratamiento para estas enfermedades relacionadas con la sexualidad debe ser asumidos, por ambos en la pareja, pues a los dos les afecta y determina su intimidad.